El día de hoy puede ser un día cualquiera, en el que una persona cualquiera pierda su vida en una carretera cualquiera. Y sin embargo, tenga establecida la inmortalidad en uno de esos sepelios de piedra con flores cualquiera , que hay en tantas y tantas cunetas cualquiera. Flores vivas e inmortales, que parecen ser repuestas en la invisibilidad por una víctima cualquiera.
El dolor no tiene forma ni puede
ser descrito, el dolor es una herida que pocas veces cierra en los corazones de
sus víctimas. No nos equivoquemos, la verdadera víctima es la que sufre y
padece, la que mantiene viva la vida con algo que sólo es suyo. El Recuerdo. No
eres nadie, no eres nada si nadie te recuerda.
El pasado viernes celebramos el Día
Mundial en Recuerdo a las Víctimas en Accidentes de Tráfico, Transito y
Siniestros Viales en el CEIP Ángel Pérez de nuestra localidad y por supuesto,
una vez más, contamos con el Manifiesto que nos hizo Flor Zapata. Como bien
expresa su nombre, Flor mantiene vivo e inmortal el recuerdo de esos seres
queridos en un día como hoy. No en un sepelio de piedra, sino directamente en
nuestros corazones.
Uno de los alumnos me preguntó el
porque del color naranja y habido de la improvisación en respuestas que me
caracteriza, le contesté: "El naranja es la mezcla de dos colores muy
ligados a la Educación Vial: el Rojo y el Amarillo. Rojo indica que hay que
detenerse, que hay que frenar a toda costa la perdida de vidas en carreteras, y
amarillo, que hay que tener precaución y sumar paso a paso iniciativas como las
que vais a leer para llegar al color
verde, en el que haya víctimas 0 en nuestras carreteras".
Para la actividad se llevaron
cuarenta globos naranjas, veinte se pusieron atados a un lado y veinte a otro
de nuestro lazo humano que formamos en la pista del colegio. Tras leer los
manifiestos, nos dimos cuenta de que habían volado veinte globos sin que nadie
se percatara de ello. Veinte globos anónimos que marcharon sin nombre, dirección
o destino por voluntad propia, quizás porque estos estaban ya reservados para
ser inscritos en otro lugar.
Al igual que el año pasado,
sumaremos todas las actividades y eventos que se han realizado por nuestros
compañeros de ATESVAN en este día. Porque juntos sumamos más, para restar esas
víctimas en nuestras carreteras.
Recordemos que el naranja es el
color de la belleza del atardecer, que traerá la noche para anunciar un nuevo día,
que es efímero pero no por eso menos bello. Mantengamos en nuestras memorias y corazones
todos esos nombres, los de los veinte globos inscritos y los veinte globos anónimos
que volaron para ser eternos.
Este es el segundo centro escolar
que conmemora este día, y queremos agradecer a la Dirección, Profesorado y
Alumnado su colaboración e implicación humana; así como a Lola Martín, Concejal
de Educación de nuestro Ayuntamiento, y a Sebastián Aguilera, Subinspector Jefe
de la Policía Local, por su implicación y dedicación a nuestra causa.
El color naranja es un color de energía, de luz. La energía que nos dejan nuestros seres queridos para seguir luchando para que otros no pierdan la vida. Así surgió el color naranja del lazo de las víctimas. Gracias por vuestra labor. Un abrazo.
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